Bon voyage.

Dentro de tres días, los españoles dirán adiós a más de siete años de desgobierno zapateril. Según todas las encuestas la mayoría lo hará con la satisfacción del que se quita un peso de encima, pero no faltarán los que lo hagan llorando por las esquinas.
El resultado de las elecciones del próximo domingo parece muy claro, y no es para menos. Jamás se ha podido hacer tanto daño en tan poco tiempo. Nadie puede recordar una administración tan catastrófica como la saliente. Se han batido todos los récords negativos. Nunca hemos llegado a tener tantos parados, tanta deuda, tantos pobres, tantos impuestos, tanto desprestigio, tanta desconfianza. Este es el aval de los socialistas de Zparo.
Es evidente que el gran culpable de nuestra ruina es Zparo, que no ha sabido reconocer y actuar contra una crisis mundial, por eso no es de extrañar que los mismos socialistas que ayer lo vitoreaban, hoy renieguen de él. Y el primero que lo hace es su heredero, Rugalcaba, que en toda la campaña solo lo va a sacar un día a mitinear, no vaya y lo relacionen mucho con él.
Es para echarse a llorar. Un Rugalcaba que ha sido bastión fundamental en las políticas zapateriles que nos han arrastrado al desastre, ahora se presenta como el salvador de la ruina que ellos han producido. Por eso no es de extrañar que se dedique a hablar del programa de Rajoy y no del suyo, de él solo podemos esperar más de lo mismo, es decir, más despilfarro, más impuestos, más recortes y más paro, y parece que no es lo que desean la mayoría de los españoles.
La mayoría lo que quiere es un cambio drástico de gobierno y de política. Lo que quiere es un gobierno serio, riguroso, valiente, decidido, capaz, fiable, es decir lo contrario de lo que representa Rugalcaba, y eso solo lo puede garantizar Rajoy. Solo el PP puede presumir de haber recuperado España en una situación similar. Esa es nuestra esperanza, que vuelvan a hacerlo.
Si lo consiguen, y yo no lo dudo, se podrán garantizarse las políticas sociales que pondría en peligro la continuidad de los socialistas, de manera que buen viaje lleven.