La resaca.

Cuando uno se va de marcha y se pasa de cucharadas, a la mañana siguiente viene el dolor de cabeza, el malestar y la resaca. Eso es lo que nos ha pasado a los españoles, y eso es lo que nos está pasando a los castellanos manchegos. Que nos hemos ido de fiesta sin mirar ni reparar y ahora, pasada la euforia, nos llega la resaca.
También en esta región hemos vivido muy por encima de nuestras posibilidades. Nuestros gobernantes socialistas, durante tres décadas nos han acostumbrado al todo incluido. Todo era gratis total y había para todos. Era garrafón para hoy y resaca para mañana.
Por eso ahora, una vez pasada la euforia y dormida la mona, llega la triste realidad. Tenemos un resacón insoportable y además no sabemos cómo pagar la fiesta. Y no nos equivoquemos, la fiesta que nos hemos corrido durante tanto tiempo hay que pagarla, y con intereses.
Cospedal llegó al gobierno y se encontró con un agujero mayor del esperado, y comenzó a poner orden, y ello supuso empezar por recortar el gasto y adecuarlo a los ingresos. Pero ni por esas, es tanto el despiporre financiero dejado por los chicos del huido Barreda, que ha tenido que anunciar un nuevo paquete de medidas encaminadas a reconducir las cuentas públicas regionales.
Por supuesto que no me gustan los recortes. A nadie le gustan. Todo lo que no sea repartir a diestro y siniestro tiene un coste en la opinión pública. Pero no queda más remedio. Tenemos que pagar los platos rotos de los incompetentes gobernantes que hemos elegido elección tras elección durante treinta años, y ahora nos toca llorar.
Seguro que a Cospedal le gustaría mucho más repartir que recortar. Como a cualquiera. Es mucho más fácil y agradecido. Pero los socialistas se encargaron de malgastar todo lo que había y lo que no, y ahora solo queda apretarnos el cinturón, tomarnos una aspirina y aguantar la resaca hasta que se nos pase.
Repito, no me gustan los recortes, pero los entiendo, no queda otra, y en todo caso no olvidaré quien es el culpable de éstos, que no son otros que los socialistas que nos han estado dando garrafón.