Menuda catarsis.

Es evidente que cada partido puede programar sus congresos como considere conveniente. Si uno ha ganado, lo lógico y sensato es hacer los mínimos cambios posibles en su estructura. Lo que funciona no hay que tocarlo mucho. Lo que sí hay que cambiar es lo que no funciona, porque cuando uno ha sufrido la mayor debacle electoral de su historia, la verdad se espera algo novedoso. Cuando después de casi ocho años de gobierno, más de cuatro millones de votantes te abandonan y pierdes casi sesenta escaños, lo mínimo que tienes que hacer es una contundente catarsis interna. Hay que cambiar caras y programas.
Celebrado el congreso nacional socialista, la renovación y la autocrítica ha brillado por su ausencia, por lo que era de esperar que en el consiguiente congreso de nuestra región no les fueran a la zaga.
Así pues, después de haber sido desalojados del poder donde han permanecido casi treinta años, que se dice pronto, los socialistas de Castilla La Mancha en vez de analizar los motivos de su desastre electoral, buscar soluciones y renovar su cúpula dirigente, se han limitado a más de lo mismo. No solo eso, además ha llamado muchísimo la atención que se hayan empeñado en trasladar a la opinión pública que no se arrepienten de lo realizado, e insisten en seguir por el mismo camino que les llevó a la oposición. El colmo es rescatar a Hernández Moltó, paradigma de lo que significa buena gestión para los socialistas.
Resulta patético que alguien se equivoque, los demás se lo digan, y a pesar de ello se empeñe en el error. Demuestra su nula capacidad de crítica y rectificación que tiene, y por lo tanto lo poco que se puede esperar de él. Esto es lo que está pasando con nuestro paisanos socialistas, se hartaron de gobernar, despilfarraron y arruinaron a esta tierra, los castellano manchegos se lo han dicho en las urnas, pero ellos persisten en el error. Como para volver a confiar en ellos.
Ahora les toca el turno a los congresos provinciales y visto lo visto, poco o nada se puede esperar de ellos. Las mismas caras, las mismas ideas, los mismos errores.

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