Volver al principio

Hasta 2007, la Ley Electoral regional, fruto del consenso político, era similar a la nacional. Número fijo de diputados por provincia y variable en función de la población. El resultado era tres provincias impares y dos pares. Tras ganar las elecciones autonómicas de ese año, Barreda unilateralmente decidió cambiarla buscando su propio beneficio. Todas las provincias pasaron a tener un número par de diputados, menos Ciudad Real, su provincia. Significaba que empatando a diputados en cuatro provincias, con ganar por un voto en su Ciudad Real natal, él podría volver a gobernar nuestra región.
En las autonómicas de 2011 Cospedal obtuvo más votos que Barreda en Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo, en total 55.619 votos más, mientras que obtuvo apenas 500 votos menos en Ciudad Real, y con ese resultado casi le salen bien las cuentas al tramposo de Barreda. Si la diferencia de votos entre PP y PSOE en Guadalajara no hubiera roto el empate previsto, dando dos diputados más al PP, Barreda por unos pocos votos más en Ciudad Real, habría continuado presidiendo nuestra Comunidad.
Ahora, el PP nos plantea una nueva reforma para reponer tres las provincias impares y dos pares, buscando recuperar el consenso perdido. Las provincias impares serían Cuenca, Guadalajara y Toledo, que aumentarían un diputado, al igual que Ciudad Real, que pasaría a tener un número par.
En resumidas cuentas, la reforma propone pasar de 49 diputados regionales, a 53, aunque a coste cero, es decir, sin que ello suponga ningún incremento del presupuesto de las Cortes Regionales, que hay que añadir es uno de los más austeros de España. Baste un ejemplo, CLM tiene un presupuesto de 10 millones de euros, mientras que Aragón tiene 25 millones, o el País Vasco, similar en habitantes, 30 millones.
La intención es recuperar la situación que había antes de la reforma de Barreda, lo que posibilitaría la entrada de opciones políticas minoritarias. Los socialistas no han presentado alegaciones, pero se han pronunciado en contra, por lo que mucho me temo que al final no se suban a ese carro.

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