Están contentos.

Lo han conseguido. Por encima de los votantes, sin el consenso de los partidos y contra la opinión mayoritaria de los españoles, según todas las encuestas publicadas, Zparo, Pajín y Bibiana se han salido con la suya. Han impuesto el aborto libre, sin ninguna justificación, en las primeras catorce semanas.
Que tienes una mala noche, y fruto del botellón o un calentaron te dejas llevar, te tomas la píldora del día después y como nueva. Que no te la tomas y estás embarazada, sin tener que dar explicaciones, vas abortas y hasta la próxima.
Y si eres menor no necesitas permiso paterno o materno, ni siquiera que se les informe, basta con que argumentes que te supone un “conflicto” y todo el mundo callado. Cómo van a traumatizar a una niña de quince años con que se enteren sus padres de que va a eliminar al fruto de una noche de locura. Cuanta menos gente lo sepa mejor, más tranquila le quedará la conciencia por el infanticidio que va a cometer.
Dice Pajín que esta Ley nos hará más libres y dignos. Lleva razón en lo de libres, libres para poder sacrificar impunemente a los no nacidos, a los no deseados. Pero cómo se puede llamar dignos a los que impiden que sus hijos vean la luz. ¿Qué culpa tienen esas criaturas de las circunstancias en las que han sido concedidos?
Para colmo el separatista catalán Tardá, va y dice “hemos conseguido que la ciudadanía tenga en todo momento la primera y la última palabra”, a sabiendas que este debate se ocultó en la campaña electoral. Ni los socialistas lo llevaban en su programa. Y por supuesto a ninguno de los grupos políticos que lo han apoyado se les ha ocurrido proponer un referéndum que diga realmente que es lo que quiere la ciudadanía.
El aborto no puede ser nunca un derecho, es un drama, una desgracia, que deja secuelas físicas y psicológicas de por vida. Al fin y al cabo se trata de impedir que una vida siga viviendo. Y eso, independientemente de la moral de cada cual, es contrario a nuestra Constitución y a la doctrina del Tribunal Constitucional, por lo que espero que la oposición popular lo recurra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el artículo "Están contentos" se recoge esta frase: ¿Qué culpa tienen esas criaturas de las circunstancias en las que han sido concedidos?
Por el contexto de la frase, intuyo que has querido poner "concebidos" y no "concedidos".
Enhorabuena por estos artículos. Muchos periodistas profesionales quisieran escribir con tanta claridad en tan poco espacio.